Fernando Granado Font.
Primero un poquito de mi, la pasión por esta especie vino de mi otra afición, la cetrería. Donde, las perdices se mostraban inalcanzables para mi, demostrándome no solo su belleza, sino su astucia y fortaleza.
Decidí estudiar esta especie primero por afición y ahora por profesión.
Lo primero que pude ver es lo difícil que lo tiene para conseguir sacar las polladas adelante, la fuerte hibridación y el rápido enrarecimiento de su hábitat por la acción humana.
Se originó una pregunta en mi cabeza, si el ser humano ha perjudicado el hábitat, ¿puede también revertir esa situación?, después de 15 años trabajando en este punto, la respuesta es sí.
Así comenzó a materializarse el maravilloso viaje del sueño a la realidad.
Colaborador con el Doctor en Biología Animal Jesús Nadal de la universidad de Lérida en varios proyectos:
1 Naturaleza y biodiversidad en medios agroganaderos: El Bosc del Siscar.
2 Coturnix.
3 Educación para la caza sostenible.
La Perdiz Roja.
Gestión integral de la perdiz roja, del sueño a la realidad
TAXONOMÍA DE LA PERDIZ
Lo primero es saber de esta especie.
La perdiz roja ( Alectoris Rufa ) pertenece al orden de las Galliformes y Familia de las Faisánidas.
De histórica importancia en las diferentes modalidades de caza, de alto valor socioeconómico, de altísima importancia en la recuperación de especies amenazadas como el lince ibérico, águila imperial y águila perdicera entre otros.
La perdiz es una ave de talla media, de peso en los machos entre 460-500 grs y 390-425 grs en las hembras. Longitud corporal entre 35-37 cms.
Ave de perfil redondeado, cuerpo compacto, vuelo rápido y explosivo de hábitos pedestres.
Se caracteriza por tener un cuello robusto, la cola corta y un pico corto y fuerte, coloración roja intensa, como su anillo ocular. Sus ojos están ligeramente rasgados hacia atrás y presentan un color pardo claro. El plumaje de sus partes superiores es principalmente pardo, con cierto tono rojizo en el manto. Su nuca posee un tono gris vinoso muy subido, con el píleo castaño grisáceo. El resto de la cabeza es blanca surcada por una lista negra que va desde la base del pico cruzando el ojo, y tras él se curva hacia abajo para enmarcar totalmente su garganta blanca a modo de collar. El pecho y la zona superior del abdomen son grises cenizos con tonalidad parda. El extremo inferior del abdomen y la porción inferior de la cola muestran una tonalidad canela rojiza. En la zona de los flancos, los espejuelos, tiene una tonalidad gris clara, que se ve interrumpida por una serie de franjas transversales, donde se alternan los colores blanco, rojo y castaño, ribeteados por una sutil línea de color negro. Presenta un veteado negro en la parte superior del pecho, de color más intenso, más brillante y de más extensión en los machos. En sus patas rojas se presenta otra característica de dimorfismo sexual, ya que los machos poseen en la parte posterior de los tarsos una excrecencia de naturaleza córnea, llamada espolón (mayor de 8,6 mm). Las hembras, por su parte, carecen de este elemento o lo tienen de menor tamaño (menor de 8,4 mm). En ambos casos, las huellas de la perdiz son bastante características, debido a que el dedo frontal medio posee una longitud casi doble que la de los dos laterales, separados por un ángulo muy semejante, en tanto que el dedo posterior se sitúa en la misma línea que el frontal medio.6 También ambos sexos se diferencian en la longitud de las alas, mayor a 15,8 cm en el caso de los machos y menor de 15,4 cm en las hembras. Los juveniles son de tonos pardos más grisáceos y sin listas en los flancos, y pueden sexarse a partir de los tres meses de edad, cuando comienza a desarrollarse el espolón en los machos.
La perdiz roja está presente en toda la península ibérica, pudiéndose encontrar desde nivel del mar hasta los 2000mts de altitud.
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